En el primer partido de preparación, América perdió 2-0 contra Atlante, ahí Diego Cervantes pudo ver acción para irse ganando poco a poco un puesto; sin embargo, no tuvo la fortuna que debe acompañar al zaguero y terminó por fallar metiendo un autogol. Días después de lo sucedido, Cervantes lo toma con calma y sonríe, aseguró que la jugada se suscitó por una serie de rebotes en el área donde fue el último en pegarle.
“Bien, la Pretemporada en Cancún fue físicamente bastante buena, es normal sentirse fuera de ritmo con el balón en el primer partido y no nos queda más que seguir trabajando.
“Me barrí, hubo rebotes y entró la pelota”, relató Cervantes quien tiene confianza en que errores de ese estilo no marcarán su nuevo camino en Coapa.
El zaguero entiende que las segundas oportunidades pocas veces se dan en la vida, por eso hoy está dispuesto a aprovechar cada instante para tener una continuidad que le permita echar huesos viejos en el Nido.
“Uno valoras más lo que es estar en un equipo como América, al principio uno no se da cuenta de las dimensiones hasta que lo ve desde afuera, valoras más el estar en una institución como ésta.
“(Regresar) es el comprometerse, tener una revancha y poder demostrar que uno es digno de estar en una institución como ésta”.
Cervantes se alista para las exigencias individuales y grupales, sobre todo porque a su regreso la lupa estará sobre su persona, su trabajo tendrá que ser perfecto, tendrá que cumplir con las expectativas de la gente.
“Es parte del futbol, de estar en una institución que llama la atención, pero para mí no es presión de ésa que me ponga nervioso, sino presión positiva que te obliga a hacer la perfección”, señaló Cervantes quien auguró sólo buenas cosas para las Águilas pues enfatiza en que la idea del estratega, Manuel Lapuente, se ha difundido en el grupo con agrado.
Este sábado será la segunda oportunidad del equipo para mostrar sus cualidades pues tendrán un partido de preparación ante el Veracruz.
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