Símbolo del americanismo y uno de los jugadores más queridos por la afición. Su historia con la playera del América es sinónimo de ejemplo para los jugadores del club que se encuentran en formación.
El “Kevin” ha vivido un sin fin de encuentros ante Pumas, a veces han sido derrotas pero la mayoría han terminado en una gran celebración. Para nuestro lateral, enfrentar a Pumas, significa que el orgullo está en juego, representa ganar estos encuentros y enmarca la mentalidad ganadora que se ejerza sobre el rival.
“Disfruto mucho jugar contra Pumas, es uno de los clásicos que más me gustan y tengo muchas experiencias y momentos que recuerdo con alegría. En fuerzas básicas me tocó jugar muchas finales contra ellos , por lo que trato de jugar de la mejor forma y disfrutarlo aún más”.
“El orgullo de ganar estos encuentros se trae desde fuerzas básicas y, ahora que se está en Primera División, tienes que seguir con la mentalidad de ganar y poner el orgullo americanista en lo más alto ante este rival”.
Para Oscar Rojas, el clásico ante Pumas, representa más que un enfrentamiento de 11 contra 11, en el que se involucra todo el color que está alrededor de los jugadores o de los equipos, a través del alarido máximo de las porras, ya sea en C.U. o en el Estadio Azteca.
“Sabemos que tanto en CU como en nuestra casa, el Estadio Azteca, las porras están al máximo alentando a los equipos y uno como jugador pide que se nos apoye en este partido, lo único que pedimos es que no se llegue a la violencia”.
Cuando al “Kevin” se le pregunta sobre estos enfrentamientos, llega a su cara un esbozo de sonrisa y sus recuerdos comienzan a fluir.
A su mente arriba el partido en el que América, dirigido por Mario Carrillo, visitó Ciudad Universitaria y salió con una victoria por marcador de 3 goles a 2. El partido no sólo significó el triunfo americanista, para Oscar Rojas tuvo un significado especial.
Corría el minuto 13 del partido entre Pumas vs América del torneo Clausura 2005. Cuauhtémoc Blanco cobró un tiro de esquina por el lado derecho, observó sólo y sin marca a Oscar Rojas, quien corrió al punto penal, recibió sólo y tiró al arco para marcar la primera anotación del encuentro.
“Al marcar el gol tuve sentimientos encontrados. Primero, por marcar un gol más con el América y por hacérselo a Pumas. Segundo, al saber que esa tarde podía festejar con mi papá, después de que en días anteriores había tenido problemas de salud. Lo único que quería hacer, ese día, era quitarme esa frustración que tenía dentro de la cancha. Además, un fin pasado le había metido gol a Chivas y durante esa semana, en los entrenamientos, me decía Aarón Padilla que iba a meter un gol contra Pumas. El recordar y luego meter el gol, me hizo regarle el festejo a mi padre e ir con Aarón por lo que me había dicho”.
Al final, el partido terminó 3 goles a 2 a favor del América. Oscar, al igual que sus compañeros, vivió un partido emocionante, en el que se entregó al máximo y que le brindó esa tarde una de las satisfacciones más grandes: ganar el partido del orgullo ante Pumas y marcar el primer gol del encuentro.
“Después de ganarle a Pumas vives con mucha alegría, porque toda esa tención que vives a lo largo de la semana la dejas de lado, te emocionas por poder ganarle a uno de los equipos importantes en México. En la calle la gente te felicita, se siente orgullosa por el trabajo que realizaste y todo es alegría”.
“Kevin”, quién sabe y entiende perfectamente lo que significa el duelo contra Pumas, le pide a los aficionados que, para el último duelo de la fase regular, “apoyen como siempre lo han hecho, más porque será en el Estadio Azteca, esperando que la gente se divierta, disfrute y recuerde que en estos partidos se debe dejar la violencia de lado. Asegurando que nosotros, los jugadores, nos entregaremos al máximo en la cancha por sacar la victoria para toda nuestra afición”.
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