El futbol en el ámbito nacional comenzaba a cobrar gran relevancia entre la sociedad capitalina. Los éxitos de los conjuntos formados por miembros de las colonias británica y española habían sembrado la semilla y jóvenes estudiantes formaban sus propios equipos en los colegios de la ciudad de México.
1916-1917
Bajo este entorno, un grupo de alumnos del Colegio de Mascarones de Santa María La Rivera lidereados por Rafael Garza Gutiérrez y su primo Germán Núñez Cortina, joven serio y con presencia, decidieron crear un equipo con los mejores elementos del colegio. Reunidos en en la calle de Alzate # 136 se declaró
formalmente el nacimiento del equipo que recibió el nombre de Récord.
Por su parte, en el colegio marista de La Perpetua, se formó un equipo de futbol estudiantil denominado Colón. Este conjunto contaba con pocos jugadores, todos entusiastas, pero cuyos logros eran efímeros al no poder conjuntar, en muchas ocasiones, el once inicial. El portero de este equipo era Ignacio de la Garza, primo de Rafael, por lo que propuso unirse al equipo de este.
Conformadas ambas partes, decidieron reunirse el 12 de octubre de 1916 en los llanos de la Condesa para darle forma al nuevo conjunto. Así, nacería el América.
1918-1919
Los primeros años no fueron fáciles, inclusive el equipo cambió de nombre en 1918 y se llamó Unión durante dos temporadas, pero los seguidores seguían llamándolo América y Rafael Garza Gutiérrez “Récord”, Germán Núñez Cortina y Nacho de la Garza, decidieron regresarle su nombre de batalla y volvió a ser el Club América.
Con el regreso del nombre, comenzó a gestarse también una trasformación interior. Nacería la dinastía azulcrema.
El América terminó por enamorar a los aficionados, que de diferentes extractos sociales, incluyendo a grandes políticos mexicanos, se sintieron atraídos por este conjunto de jóvenes elementos que sabía tocar con prestancia el balón.
1922-1923
El Club América tendría el honor de ser el primer conjunto
mexicano en jugar un partido internacional fuera de nuestro país. A invitación del embajador de México en Guatemala Juan de Dios Bojórquez, fiel seguidor del conjunto, realizó una gira por aquel país.
El plantel partió el 30 de diciembre de 1922 y durante el trayecto, surgiría la que sería considerada, años después, como la porra más significativa del deporte mexicano. Todo ocurrió en el tramo comprendido entre Matías Romero y Jesús Carranza. Carlos Garcés, puso atención al sonido del ferrocarril: siqui-siqui-siqui, y se inspiró para crear una porra para que, en caso de darse los triunfos, pudieran acompañar a la escuadra americanista en Guatemala. Su porra de batalla consistía en un ¡Siquitibum a la bimbombá! que gustó a sus
compañeros. Así, nacía el 31 de diciembre de 1922 la porra que hasta la fecha, celebra los triunfos más sonados del deporte mexicano.
1924-1925
El América, que ya tenía un múmero creciente de seguidores, dio inicio a su gran consagración. En la temporada 24-25 se convertiría en el primer equipo netamente mexicano en lograr un título, arrebatándoselo a los de la Colonia Española que dominaban: España y Asturias. El partido que definió el campeonato se jugó el 1 de marzo de 1925 en el Parque Asturias. Con un gol casi de último minuto, los cremas se coronaban y Alfredo García Besné, su delantero, se proclamaba campeón de goleo.
1925-1926
España y Asturias se reforzaron para no ser humillados
nuevamente por un equipo mexicano. Al final, Asturias y América nuevamente llegaron empatados a la última jornada, por lo que la Liga Mayor acordó que se jugara una serie de tres partidos para decidir al campeón. El primer encuentro fue ganado por el América 2-1, el segundo por el Asturias 4-1 y en el definitivo, jugado la tarde del 9 de mayo de 1926, ganó el conjunto azulcrema 1-0 para proclamarse campeón por segundo año consecutivo.
1926-1927
Parecía imposible parar al América... Las escuadras más
representativas se reforzaron con el afán de quitarle la jetatura al cuadro crema. El España, El Asturias y El Aurrerá estaban decididos a disputar rabiosamente el torneo 1926-1927. Y como parecía hacerse costumbre, el América llegaba a la última jornada en el primer sitio, en esta ocasión debía alzarse con el triunfo para evitar ser alcanzado por el España y el Necaxa.
El 5 de junio de 1927 el América derrotó al Aurrerá 2-1 con dos goles de Benito Contreras para coronarse por tercerta ocasión consecutiva.
1927-1928
Muchos pensaban que la suerte del América se acabaría pronto, pocos son los que consideraban que podía hilar cuatro títulos, era algo casi imposible, soñado, pero muy difícil de lograr. Sin embargo, en una de las más brillantes campañas, el América coronó un nuevo campeonato y el delantero del equipo Ernesto Sota, se coronaría por segundo año consecutivo como goleador máximo de la liga.
La pasión que generaba el América era increible. Lamentablemente una vez conseguido el cuarto título y después de jugar en las Olimpiadas de 1928, muchos de los jugadores del América consideraron que su ciclo con el equipo había concluido. Algunos cambiaron de camiseta para dar paso a los jugadores más jóvenes; otros, optaron por el retiro.
Aún así, para el I Campeonato Mundial de Futbol, celebrado en 1930, en Uruguay, el América contribuyó con 5 jugadores: el portero Isidoro Sota, los defensas Rafael y Francisco Garza Gutiérrez, el mediocampista Alfredo “Viejo” Sánchez y, en la delantera, Roberto Gayón, quien lograría un gol contra Argentina.
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